Insatisfacciones

Por MC y RAZOR

La discoteca Gran Rey oferta recreación "en divisa"

Con la llegada del verano en Cuba surge el viejo dilema de la recreación para los jóvenes, un problema que, al parecer, se torna muy difícil de solucionar. Infinitos son los criterios sobre el tema y muchísimas más las soluciones burocratizadas. Sin embargo, en este 2013, el viejo dilema persiste: para los jóvenes sagüeros resultan insuficientes, y hasta ineficientes, las opciones recreativas.

Es lógico suponer que en esta época del año dichos problemas deberían solucionarse, y de hecho, lo hacen, con alternativas que crecen en número, aunque casi nunca en calidad o variedad. No obstante, salvo algún que otro impulso innovador de personas preocupadas y voluntariosas que facilitan la realización de proyectos, el panorama resulta invariable durante todo el año.

Estamos acostumbrados a observar que muchas de estas ideas tienden a surgir de forma "explosiva", pues alcanzan un rápido auge y popularidad, para luego declinar en la apatía, el desinterés de las personas involucradas y hasta en la corrupción que va de la mano con el desvío de recursos. Esto es de sobra sabido, como también lo es que todos no pensamos igual, ni tenemos los mismos gustos a la hora de divertirnos.

Entonces: ¿Por qué las necesidades de las minorías son las menos satisfechas?

Nos referimos al hecho de que no todos nos conformamos con la música que suele reproducirse en algunos centros recreativos, ni con el ambiente de superficialidad y consumismo que en ellos se vive y desde ellos se promueve.

Tales lugares, al menos en Sagua la Grande, tienen nombre propio: son las discotecas Gran Rey y Artex, de los grupos empresariales Palmares S.A. y Artex S.A., respectivamente. Ambos sitios "pertenecen", por así decirlo, a los de mejores posibilidades económicas. Lo peor estriba en que estos lugares, la mayor parte del año, resultan las únicas y, por qué no decirlo igualmente, las más atractivas ofertas de divertimento para los jóvenes de la Villa del Undoso.

¿Pero qué pasa con los que no pueden o no quieren visitar estas instalaciones?

Tal vez quieran ir al teatro o a un lugar donde tenga espacio la música alternativa, como la trova, el rock y el hip hop, géneros poco favorecidos por la difusión en la Isla, pero no por ello menos afianzados en los gustos juveniles. Para ellos en Sagua no hay espacios, no hay nada específico, estable, duradero.

Alejados del consumismo propio de los lugares que ofertan recreación "en divisa", las alternativas mencionadas tienen muchas más bondades. Educan el gusto estético, favorecen la vida cultural del territorio y no llevan muchos recursos para materializarse, aunque sí requieren grandes dosis de voluntad, tanto de los jóvenes que las reclaman, como de las autoridades que deben llevarlas adelante.

En Sagua, no ha habido ni lo uno, ni lo otro. Actitudes conformistas por parte de los primeros y un tanto indolentes de los segundos han agudizado una situación que no admite más demora para actuar. Ya en otras ciudades, ante el pedido de los jóvenes y su necesidad de recreación, las instituciones encargadas han tomado cartas en el asunto, con excelentes resultados. ¿Acaso no podría ser así en la nuestra?

Una solución fácil y hasta barata estaría en la apertura de una sede habitual de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en el territorio. De esta manera no solo existiría un inmejorable espacio de difusión para la obra de la vanguardia artística joven de Sagua, sino el lugar ideal para fomentar el gusto por una música, una estética y hasta una forma de vida para nada reñidas con las aspiraciones de la sociedad cubana.

Sin embargo, entre el burocratismo y la falta de voluntad de propios y foráneos, la AHS no encuentra su sitio en Sagua. A ello, no lo dude, dedicaremos nuevos disparos en este blog.

Por lo pronto, la problemática persiste y ya traspasa las barreras del verano. La recreación para los jóvenes en Sagua y un poquito más allá se basa en estereotipos, en ofertas prefabricadas que excluyen y hasta denigran.

Por suerte, quedan los inconformes, esa gente que agradecen los pocos esfuerzos que se hacen para cambiar esa realidad, pero ven cómo la juventud "maleducada" en sus gustos musicales y culturales en general, sale casi siempre ganando.

Son insatisfacciones que merecen más metralla de los franco...tiradores.